Hispalinux protesta por el arbitrario regalo que el Ayuntamiento de Barcelona ofrece a Microsoft

Tagged:

Ante la decisión del Ayuntamiento de Barcelona, adoptada por el Consell Rector de l'Institut Municipal
d'Informática (IMI), de formalizar la adquisición de 6.000 licencias del paquete ofimático Microsoft
Office 2007 para renovar sus sistemas actuales Microsoft Office 97, por un valor que supera
ampliamente el medio millón de euros, y de hacerlo, según parece, por la vía de la adjudicación
directa, la Asociación Española de Usuarios de Software libre Hispalinux desea hacer público lo
siguiente:

Primero - Lamentamos profundamente, hasta el punto de la indignación, una decisión que
contraviene frontalmente todo principio de neutralidad -que tanto gusta de invocar, precisamente, la
empresa beneficiaria del contrato- al no haberse ofrecido a otras empresas y marcas, mediante el
correspondiente y norma l procedimiento de licitación, la posibilidad de suministrar a una
administración pública los bienes y servicios que ésta necesita en un momento determinado. Esta
adjudicación directa no es justificable desde ningún punto de vista, ni técnico, ni económico, ni
siquiera político (entendiendo por tal el único objetivo del servicio a la ciudadanía y al interés
general).

Segundo - Deploramos la nula consideración por parte del Ayuntamiento de la posibilidad de equipar
sus sistemas ofimáticos con software libre, pese a sus reiterados compromisos y declaraciones
anteriores en este sentido que habremos de entender, a la vista de lo sucedido, en clave pura y
simplemente electoralista.

Tercero - Rechazamos enérgicamente los pretextos dados por el IMI para excluir otras opciones, por
las siguientes razones:
a) No está en absoluto clara la necesidad de tan masiva actualización de sistemas ofimáticos, toda
vez que la simplicidad informática del trabajo que lleva a cabo la inmensa mayoría de los empleados
públicos municipales -como bien puede decirse, por demás, de casi todas las administraciones
públicas- no justifica una migración tan extensa como la que se anuncia. Dudamos de que sea
estrictamente necesaria tal migración en más allá del 10 por 100 de los puestos cuyo software va a
ser actualizado. Quedando bien claro que, reiteramos, la simplicidad a que nos referimos alude uso
de instrumentos ofimáticos, no al conjunto de la tarea de los empleados públicos que es, en la
mayoría de los casos, compleja y difícil, pero no por razones informáticas.
b) Aún en el supuesto -no admitido- de que fuera necesaria tan masiva migración, no estamos de
acuerdo con el pretexto municipal que alude a la complejidad y coste de la misma en caso de utilizar
un sistema ajeno a Microsoft incluso aunque fuera gratuito (como lo es OpenOffice.org, sistema libre
multiplataforma que no obligaría al cambio de sistema operativo) porque la adopción del sistema MS
Office 2007 va a obligar también a una migración igualmente compleja y costosa, y ello sin contar con
la nada improbable circunstancia de que la adopción de ese sistema ofimático obligue, para una
eficiencia mínima del mismo, a migrar al nuevo sistema operativo Windows Vista lo que, a su vez
obligaría a una renovación del parque de maquinaria, puesto que los aparatos con más de un año no
pueden soportar, en unas condiciones mínimas de funcionamiento este nuevo sistema operativo, con
el coste, ciertamente desproporcionado, que todo ello va a representar. Pero es que aún suponiendo
-obviamente sin admitir- la necesidad de esa continuidad en la marca por los costes de migración,
ese argumento constituiría la mejor razón para abandonar a una marca que, tal como el propio
Ayuntamiento argumenta implícitamente, toma como rehenes a sus propios clientes.

Cuarto - En base a todo ello, exigimos del IMI el estudio económico en el que se basa para aludir a
problemas de coste, una explicación de las verdaderas razones que han llevado a la decisión que se
ha tomado y a las condiciones en que se va a ejecutar, a fin de cumplir ante la ciudadanía
barcelonesa con un deber de transparencia que se ha soslayado y que exigimos enérgicamente.